lunes, 12 de octubre de 2009

Ahora Agora

Ahora "Agora". Hola compañeros, no doy en absoluto por cerrado el debate abierto en mi anterior entrada, y que podéis seguir más abajo, sobre los detalles de nuestra reunión anual, que poco a poco va estando más definida. pero es que acabo de asistir a la proyección de la nueva película de Amenabar y no podía dejar de colgar esta crítica en mi blog.
Partamos de la base de que os recomiendo con vehemencia el ir a verla- pese a que no me parece una obra de arte sobresaliente por los motivos que luego os explico- dado que quizás sea el film más ambicioso del cine español de todos los tiempos y por el bárbaro crimen, de una auténticidad histórica irrebatible, que denuncia.
Los actores soberbios. La música, el vestuario, la puesta en escena, más que aceptables, sin llegar a la altura de las obras cumbres de Hollivood de ese género. Pero eso último es comprensible, tengamos en cuenta la dificultad de la inmensa empresa de recrear un escenario tan distante en el tiempo y que nos de la impresión de verosimilitud, desde luego es algo extraordinariamente dificultoso que no admite comparación con el irse a rodar a un pueblo cualquiera de nuestra geografía o a unas calles de Tokio, época actual, sin quitar mérito a otros buenos directores españoles.
Dicho esto, y admitiendo que Amenabar es mi director de cine favorito, vamos, considerando únicamente a los de nuestro terruño, he de confesar que me ha decepcionado un tanto. Se supone que dirige sus películas a un público medianamente inteligente, no a unos "parvulitos" que sin duda alguna preferirán asistir a una de dibujos de Walt Disney. Entonces, que necesidad de ponernos una de "buenos y malos", de pintarnos a unos cristianos decididamente patibularios, extraida su imagen sin duda de las actuales crónicas periodísticas sobre talibanes, oscuros, sucios, vestidos a la moruna y, lo peor, con cara de despiadados sádicos. En cambio los "buenos", los paganos, son pulcros, de tez más clara, vestidos a la griega, con cara de sabios y piadosos. Por favor, Alejandro, no te hacía falta recurrir a esa burda extratagema, porque de poco sirve que luego intentes "justificar", livianamente, la respuesta violenta de los cristianos por unos hostigamientos -que casi llegan a parecer pueriles en comparación a la respuesta- de paganos y judios. No, no hacía falta, por que todos, salvo los muy necios, habríamos entendido la sutil maldad de un obispo que principalmente aspiraba a hacerse con el mundanal poder, (y que seguramente era bastante culto y no un pastor de cabras como casi le pintas), y el descerebrado fanatismo de unos hombres que seguramente estaban cegados por su propio anhelo de pureza y santidad. Dicho esto, estaré muy orgulloso de mi religión el día que Hipatia esté en los altares junto a muchas otras víctimas inocentes del integrismo católico. Por que, de ser todo cierto, y aunque ellos no fuesen cristianos, sin duda que ahora tiene un puesto preeminente junto a Cristo en los Cielos...

martes, 6 de octubre de 2009

Queridos compañeros. El motivo de esta entrada es abrir un debate sobre la reunión anual que deseamos celebrar antes de que termine el año. Vamos a lanzar una propuesta general para que vosotros la comentéis y así, cotejando las diferentes respuestas, nos hagamos una idea de cual sería el proyecto más idóneo para todos.
Pensamos que se debe celebrar en algún fin de semana, de viernes a domingo, de los meses de Noviembre y Diciembre que no esté próximo a alguna festividad importante o puente. Ello nos deja libres los 14-15-16, 20-21- 22 y 27-28-29 de noviembre y los 11-12-13 y 18-19-20 de diciembre. Dentro de esos días lo preferible sería comida o cena del viernes, comida o cena del sábado o comida del domingo.
Estimamos que Madrid o alguna localidad cercana a la capital es el lugar más indicado para celebrar la reunión por el mayor número de socios que aquí viven y también por ser lugar central de nuestra geografía, lo que facilita el desplazamiento a los forasteros.
El local elegido sería uno de reconocida calidad pero económico y que contase con un salón que nos proporcionase la necesaria intimidad para desarrollar el acto. Podría ser por ejemplo la Casa de Castilla la Mancha, en la calle Paz, junto a Sol, un centro colaborador de casi todos conocido, u otro de similares características.
Se podría elegir algún menú que oscilase dentro de un abanico de 10 a 30 euros por persona dependiendo de las posibilidades de la mayoría.
El orden del día podría ser, más o menos, presentaciones, almuerzo o cena, lectura de textos breves propios o ajenos, balance de cuentas, exposición de proyectos, elección democrática de cargos, y luego, para aquel que le queden ganas, un poco de "marchuqui", como se ha puesto de moda decir.